domingo, 28 de agosto de 2011

Pasillo...




Saludos.

  Entre el totalitarismo y el libre albedrío, entre el todo y la nada, es que transcurre la vida humana.

  Vivo en un estrecho pasillo, tratando de decidir que es bueno y que es malo, que es correcto e incorrecto, acechado y guiado a cada paso tanto por la luz cómo por la obscuridad.

  Un estrecho pasillo con una gran línea pintada en medio marcando un camino y otras miles más delgadas entrando y saliendo de esta, llegando incluso a las paredes y regresándose, marcando posibles caminos por tomar, opciones.
  La cosa aquí es, que camino quiero seguir, o si prefiero continuar y crear mi propia versión del camino…

  Gracias por el apoyo.
  Nos seguimos leyendo.

  Saludos.

domingo, 21 de agosto de 2011

Rutina





  “Nada, silencio, obscuridad, un coche se escucha a lo lejos, un camión esta vez. ¿El reloj? No, aun no es tiempo de despertar, girar en la cama, recordar que estas sola, nada; un perro ladra tres veces, todos los días a la misma hora, un perro ladra tres veces. En tres minutos tendré que levantarme.

  Suena el despertador del celular, esa canción que elegí pues con ella me despertaría de buen humor siempre, parece que nuevamente, siempre es mucho tiempo, la canción no tiene el efecto que una vez tuvo, ya solo es una melodía que me indica la rutina empieza de nuevo.”

  Hay algo curioso sobre la rutina, es tan perfecto el círculo, el ciclo de actividades que es muy difícil determinar donde empieza y donde termina, ¿no creen?—Dijo el detective Díaz

  “Sigue el día, tender la cama, arreglar un poco el cuarto, baño, asearme, peinarme un poco, crema en el cuerpo, risas mientras me pongo la crema en las piernas, no puedo evitar las cosquillas, ropa, pintura, peinado final.
  En la cocina; jugo, pan tostado, algo de fruta tal vez un huevo duro, mientras tanto las noticias anuncian un poco de todo, todo que suena a nada y que he venido escuchando desde hace años, un político en escándalo, se declara arrepentido y mas comprometido que nunca con el país, un accidente de madrugada, violencia aquí, allá y mas allá.
  Los platos en el fregador, al menos tendré algo que hacer regresando a casa.

  La casa vacía, todo en silencio, cierro con llave, enciendo el carro y la radio, tres minutos después estoy rumbo al trabajo.

  Trafico, normal, ya no hay días, horas calles que se distingan. Llego al trabajo, recorro el estacionamiento hasta encontrar mi lugar.
  Elevador, séptimo piso, veo al de seguridad, bueno día, veo a algún compañero, buen día, ya ni me molesto en pronunciar nombres, así como ellos no pronuncian el mio.”

  ¿Esta señorita Diana, tenía que, ocho años en la misma empresa verdad?

  “Enciendo mi computadora, en lo que arranca me preparo un café, correos, impresiones a color, armar carpetas, entregar reportes, análisis, comparativos, acumulados generales y llega la hora de comer, una hora después, continua mi labor correos, impresiones a color, armar carpetas, entregar reportes, análisis, comparativos, acumulados, y demás.

  Se termino el día laboral, el trayecto a casa igual que siempre, llego lavo los platos de la mañana y he quedado desocupada…”

  El detective Díaz termino de leer la última página del cuaderno, pagina que era idéntica a todas las demás, una descripción de una rutina inagotable que quedaba plasmada sin mayor variación que te de manzanilla, en lugar de café entre haber prendido la computadora y empezar a trabajar.
  Es por esto que contesto a la pregunta de ¿que había pasado? Con un simple:
  Fue una sobre exposición a la rutina…

…………………………………………………………………………


  Gracias por el apoyo, nos seguimos leyendo.

  Saludos.

domingo, 14 de agosto de 2011

La Nada




  Saludos.

  Esta semana, hablaremos de la nada, o tal vez no hablaremos. Me explico, hoy es día que no es particularmente especial, su única peculiaridad es que antes de, antes de que algo pase.
  Este día es mi hora antes de la madrugada, es ese momento obscuro y silencioso que declara el momento del alba.
  Por eso decidimos llamarle la nada, no es un escrito filosófico comparativo con el absoluto-nada. Es tan solo, un momento antes del amanecer.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

  Este pequeño escrito conceptual minimalista es mas bien una pausa antes de. Antes de lo que se avecina, antes de la culminación de lo que hemos venido trabajando y que solo es cuestión de esperar, esperar en la obscuridad de la madrugada a que el sol empiece a salir.

  Como siempre y mas que nunca, gracias por el apoyo.
  Nos seguimos leyendo.

  Saludos.

domingo, 7 de agosto de 2011

La noche





  Saludos.

  En alguna ocasión anterior hemos comentado nuestro agrado por la luna, hay incluso un pequeño relato con la idea de llegar o regresar a ella.
  Esta vez la idea que se fue preparando a lo largo de la semana y que aquí se expresa, es mas; como casi todas nuestras ideas; complicada y sencilla a la vez. La noche.

  Algo ha pasado en la mente colectiva del mundo para que sin ponerse previamente de acuerdo, la noche haya sido asociada con la maldad, las criaturas fantásticas y terroríficas y aun así permitir la dualidad de atribuir al amor, ya sea sentimental o pasional, este mismo horario principal.

  “Personalmente suelo estar muy agusto en las noches, tiene los elementos que me atraen de cualquier historia, me asustan y también pueden ser tranquilas” dijo una ardillita.
“Una buena noche, especialmente en su parte mas obscura, cuando se acerca el amanecer pero aun existe una distancia considerable entre noche – mañana, suele ser silenciosa, callada de una manera que no parece natural pero sin embargo es deliciosa” continuo diciendo la ardillita.
  “Ese tipo de noches, en que un simple rincón obscuro nos puede asustar mas que nada, por el hecho de que ese preciso rincón estas lleno con nuestros ya refinados temores y que minutos después podemos recibir toda la calma del silencio con el que la noche canta y se comunica.
  Esas noches en que voltea uno a ver todo y nada en la obscuridad y nos sentamos a escuchar el sonido de… algo que nunca hizo ruido a los lejos.” Terminó por decir con emoción la ardillita.

  En parte a, y por causa de eso, esta semana no hubo reflexión, simplemente nos sentamos a escuchar y ver la noche, nos dimos cuenta que había mucho material con el cual filosofar, si era correcta o no su dirección, pero gracias a las palabras de la ardillita decidimos solo disfrutar esta noche y dejar que las ideas fluyan como debe de ser.
  (Así es, tengo un par de noches sin dormir, por el simple gusto de escuchar el silencio de la noche...)

  Gracias por el apoyo,

  Saludos